Rueda de timón del barco

Bitácora de crisis y resistencias


“… se hace camino al andar”: dejando huellas de los caminos transitados, prosiguiendo la aventura de los mares abiertos …

El fin de la escuela

El fin de la escuela MICHEL ÉLIARD Grupo Unisón, Madrid, 2002. 200 págs.

Traducido por Chomin Cunchillos, del CBG

(Nota: libro descatalogado, pero disponible al precio de 5€ más gastos de envío solicitándolo al contacto del presente blog)

Reseña

20/5/2003/

La enseñanza pasa en nuestro país por uno de sus momentos más críticos y ello, en opinión de muchos, como resultado paradójico de la aplicación de unas reformas que se anunciaron como «democratizadoras». La Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), que, en su exposición de motivos, se reclama de los mismos principios «igualitarios», bajo el pretexto de la extensión de la gratuidad a todos los niveles educativos, puede culminar este proceso y conducir a la Enseñanza Pública española a un punto de no retorno, transformándola en un servicio público meramente asistencial.

        En El fin de la escuela, M. Éliard nos explica cómo el mismo tipo de reformas fue aplicado en Francia 20 años antes y condujo a la Escuela Republicana francesa -hasta entonces considerada, por su calidad, como un punto de referencia inevitable para todos los sistemas educativos públicos- a unos resultados equivalentes.

        El autor critica la interpretación sesgada que una determinada sociología de la educación hizo de la Escuela Republicana, presentándola como íntegramente dedicada a la reproducción del orden burgués y al mantenimiento de las relaciones de dominación entre clases, olvidando que esta Escuela fue una conquista social, fruto de una larga lucha por eliminar el trabajo infantil y ganar para las clases populares el derecho a una instrucción gratuita y laica.

        Frente a una demagogia simplificadora que presenta a este tipo de reformas como progresistas y a sus detractores como reaccionarios, Éliard nos da una nueva clave: los «efectos indeseados» de tales reformas son, en realidad, objetivos explícitos de los reformadores y reflejan los intereses de las organizaciones empresariales: la disminución del gasto público, la regulación del flujo de estudiantes desviándolo de los estudios superiores, la apertura del «mercado de la educación» a la empresa privada, y la legitimación de la desregulación del trabajo mediante la desregulación de la enseñanza y de sus titulaciones.

        El debate político del Proyecto de Ley de Calidad puede representar la última oportunidad para organizar la resistencia al desmantelamiento de la Enseñanza Pública. En este sentido, El fin de la escuela nos aporta nuevos elementos de reflexion que pueden ayudarnos a comprender cómo los efectos secundarios «no deseados» de estas reformas pueden primar y pervertir los objetivos declarados por los reformadores.

Fermín Rodríguez


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